Nuestro
vuelo era LIMA- mercurio, venus- BOGOTÁ- marte, Júpiter-BARCELONA- Saturno,
Neptuno- PARÍS....jajja provecho con las escalas! Pero al llegar al aeropuerto nos
dijeron que el vuelo a Bogotá se había retrasado y dado que el tiempo de la
conexión inicial Bogotá-Barcelona era corto, con el retraso, no nos iba a
alcanzar el tiempo para abordar ese vuelo. Luego de barajar varias
opciones...(ni un tu varias Laura..solo había una!)... tomamos el vuelo
Lima-Madrid-París. Lo más gracioso es que desde el comienzo de nuestros
trámites y ver lo del pasaje nunca quisimos viajar con Iberia porque habíamos
escuchado que tienen problemas y algunos vuelos se cancelan así que siempre la
descartamos. Sin embargo, Iberia era la única opción para llegar. Claro,
también teníamos la opción de ir con KLM pero yo llegaba con las justitas para
ir del aeropuerto a la estación para tomar mi tren Paris-Niza y no me quería
arriesgar.
El vuelo
salió 7 y algo más de la noche de Lima, el 25, y estuvo muy tranquilo. Viajamos con
delegaciones deportivas de Rusia, Croacia, España y por ahí alguna otra más. La
comida estuvo muy rica y la atención más o menos, el personal pudo haber sido
un poco más amable.
Yo dormí
buenazo, con las limitaciones comunes de un asiento de avión pero por lo menos
creo que dormí más que los últimos días en Lima jeje.
Nos
levantamos y ya eran las 12pm hora de España. 3 horas después ya nos
encontrábamos en el aeropuerto de Barajas. Salimos del avión, buscamos,
encontramos todo rapidito, subimos, bajamos y tomamos el tren para llegar a la
puerta de embarque para nuestro vuelo Madrid – París. Mientras tanto....qué
caloooooooor!!!!!!!. Menos mal no fuimos abrigadas. Sabíamos desde Lima que el
verano en europa aún no se iba.
Al entrar
nos encontramos a otro asistente peruano!. Nos dio mucha alegría verlo!. Él
nos contó que también viajaba por Avianca con otras dos chicas asistentes via Bogotá
pero que su vuelo se retrasó y tuvo que pasar una noche en esa ciudad. Él venía
desde Trujillo. Salió el domingo desde esa ciudad...el pobre llevaba casi 3
días viajando.
Tomamos el
vuelo hacia París. El personal...otra cosa pues! Súper amable.
El vuelo
estuvo tranquilo solo que con un poco de turbulencia. 1h 30 después ya
sobrevolábamos París.....París <3. Cuando el capitán anunció el aterrizaje,
no pude evitar emocionarme y pensar en cuánto quise y todo lo que había hecho
para que llegara ese momento.
Salimos,
recogimos las maletas. Una amiga de Diana y el esposo de ella fueron a
recogerla y como íbamos en la ruta me acompañaron hasta la estación
“Austerlitz” en la que tomaría mi tren a Niza. De verdad que Vanessa y Ludo
fueron lo máximo. Diana y yo ya nos veíamos solas con nuestras 50 maletas
subiendo y bajando las escaleras de las estaciones si no hubiesen ido ellos.
Me dejaron
instalada en uno de los restaurantes de la estación. Mi tren salía en dos horas
así que tenía tiempo para comer.
En el
restaurante se me acercó el mesero, moreno él, muy amable (Era de Togo...luego
él me contó). Me dijo que en el restaurante hablaban inglés, francés, español,
italiano y un par de idiomas más y que me podían atender en el que yo quisiera.
Le agradecí en francés y le dije que no se preocupe, que yo hablaba inglés,
español y bueno, obviamente francés tsssssss jaja....la más orgullosa. Me tomó
la orden, me la trajo...y me la devoré también.
Mientras
comía, miraba a los personajes que cruzaban por el restaurante: los
colombianos, el señor que hablaba por skype con su hija, los viajeros
solitarios y escuchaba la combinación de los diferentes idiomas. Ese era el
ambiente multicultural que yo quería vivir.
Tomé el
tren, yo y mis 10 maletas, mentira, solo 3. Fue un éxito comprarme maletas con cuatro rueditas. No importa cómo las jalara igual
avanzaban así que feliz. Algo que quería comentar era la amabilidad de la
gente. La verdad es que yo vine con la idea de que nadie nos ayudaría con las
maletas, preferí pensar eso para estar preparada y eso, pero desde París, la
gente veía a Ludo sufriendo con mi maleta y la de Diana y se paraban para
ayudarlo a bajar las escaleras. Cuando yo subí a mi tren para Nice, igual,
se ofrecieron a ayudarme. De hecho, hay de todo como en todo sitio pero qué
bueno romper con ese estereotipo.
El viaje en
tren estuvo muy bueno, tranquilo. Partí a las 9.00pm del 26 y llegué a Nice a
las 8.43 am del 27. Si 8 con 43, no con 42 o 44, con 43. Así de exactos son por aquí..ya
me lo habían dicho. No dormí mucho todo el camino. Leí el libro que me regalaron
las chicas de la ofi....lo mejor de verdad. La linda historia me entretuvo un
montón. En medio de la noche miraba por la ventana y ahí estaba yo, en un tren
rumbo a una ciudad de Francia, recorriendo sola casi de un extremo al otro el
país....aventurera yo, como siempre quise...y lloré un poquito pero de mucha
felicidad.
Amaneció
casi a las 7am y ya se podían ver la costa del mediterráneo. La Costa azul me
recibía con sus típicas casas de color crema, ocre, rosado pastel, amarillo
pastel, todas con sus techos de tejas rojas y los árboles entre ellas. Las
pequeñas montañas con estas casas y vegetación. El mar, una piscinita, tranquilísimo.
La parte de la costa de Cannes es lindísima, con los veleros y yates en el
puerto.
Llegué a la estación de Nice ville y ahí estaba esperándome Solange, la señora tan linda con la que viviré.
Así termina
mi viaje desde Lima y continúa mi aventura.
Lauris...super emocionada por ti Pianoo kerida...y si que bueno saber ke en el resto del mundo hay de todo. Pero no me dijiste ke comiste cuando esperabas tu tren a Niza jejejeje :P
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